lunes, 10 de noviembre de 2008
Perdí mi encendedor
El otro día fui al kiosco a solucionar un problemita que tenía a la hora de cocinar cualquier cosa. No tenía encendedor para prender el horno o la hornalla. Entonces prendía fuego pedazos de diario (lo encendía con el fueguecito del calefón) y esa era mi manera tan moderna, práctica y particular de prender el horno o la hornalla. Un par de veces hizo un ruido bastante fuerte y salió bastante fuego del horno y estuve cerca de prender fuego la cocina, y decidí madurar, aceptar que tenía un problema e hice una cuadra hasta el kiosco para comprar un encendedor nuevo. en el kiosco me di el gusto de elegir, modelo, color, precio. Mi elección fue uno amarillo, último modelo, con encendido automático y hasta miré que en la parte de abajo tenía la opción de recargarlo, y pensé: que encendedor copado que obtuve. Ya lo perdí. Simplemente desapareció, revisé todo, no está, no lo entiendo porque lo usé dos veces y lo dejé en el lugar que dejo siempre el encendedor para la cocina. Yo no fumo así que solo necesito un encendedor para el horno o las hornallas, o a lo sumo el calefón. Pero no está más. Tuve que ir a comprar otro... y compré uno bien pedorro.
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1 comentario:
Los fumadores que lo visitan a uno frecuentemente, son siempre los que se llevan los encendedores... ojo con ellos!
Salu2
Nano.-
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