sábado, 29 de noviembre de 2008

Lluvia

Más allá de lo problemas que puede causarle a algunas personas la lluvia como las inundaciones que no me perecen algo menor si no todo lo contario, ¿alguien la miró bien de cerca? ¿alguien se detuvo a observar detenidamente como caen de arriba para abajo esas miles de gotas comunitarias y amigas entre ellas? transparentes, casi silenciosas, blandas, suaves, todas esas muchas que traen esa atmósfera distinta, detienen, apasionan. Yo lo hice hoy, y lo hago ahora mientras escribo esto. No puede ser tan linda esta lluvia, que calma una seguidilla de días sofocantes, intensos días, para mi excepcionalmente únicos y maravillosos días. Como quiero a esta lluvia, que bien suena el silencio de mi casa y mi calma junto a esta lluvia. Tuve ganas de salir a mojarme pero no lo hice, me guardo ese plan para la próxima lluvia, porque tengo con quien ir, alguien con quien quiero mojarme mucho, empaparme, empaparnos. Y no está ahora en este mismo lugar pero no hay dudas de que sí está. Y llueve mucho. Y llueve bien.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Perdí mi encendedor

El otro día fui al kiosco a solucionar un problemita que tenía a la hora de cocinar cualquier cosa. No tenía encendedor para prender el horno o la hornalla. Entonces prendía fuego pedazos de diario (lo encendía con el fueguecito del calefón) y esa era mi manera tan moderna, práctica y particular de prender el horno o la hornalla. Un par de veces hizo un ruido bastante fuerte y salió bastante fuego del horno y estuve cerca de prender fuego la cocina, y decidí madurar, aceptar que tenía un problema e hice una cuadra hasta el kiosco para comprar un encendedor nuevo. en el kiosco me di el gusto de elegir, modelo, color, precio. Mi elección fue uno amarillo, último modelo, con encendido automático y hasta miré que en la parte de abajo tenía la opción de recargarlo, y pensé: que encendedor copado que obtuve. Ya lo perdí. Simplemente desapareció, revisé todo, no está, no lo entiendo porque lo usé dos veces y lo dejé en el lugar que dejo siempre el encendedor para la cocina. Yo no fumo así que solo necesito un encendedor para el horno o las hornallas, o a lo sumo el calefón. Pero no está más. Tuve que ir a comprar otro... y compré uno bien pedorro.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Seres queridos y la muerte

En dónde se coloca la bronca de enterarse que un ser querido sufre una enfermedad grave? qué dificil. Discúlpenme pero yo la voy a escribir, es necesario para mi ahora.
Cómo cambian los parámetros cuando aparecen problemas graves de salud en alguien cercano, en alguien amado. Esa persona que hizo muchas cosas en su vida para que yo esté mejor, que me dio mucho. Las prioridades, el disfrute, inmediatamente cambian de lugar tras la noticia y por supuesto...no se entiende nada. Lo que era importante hace un segundo ya no lo es tanto, lo que no, que es todo el resto pasa a ser lo único que cuenta: vivir. Lo más importante que tengo....la vida está en sus etapas finales para alguien que amo y mi vida se modifica. Me irrito, enloquezco, aprendo, choco con la realidad y es muy duro. Aparece la impotencia y mi tiempo toma otro valor. Cada segundo vale oro, despertar y estar vivo es mucho. Hoy más que siempre entiendo que disfrutar lo más que pueda de vivir es lo mejor que puedo hacer.